lunes, 30 de agosto de 2010

Colectivo de Mujeres Araucaria conmemoró muerte del padre André Jarlán


El Colectivo de Mujeres Araucaria conmemoró el aniversario 26º de la muerte del padre André Jarlán con una tertulia abierta a la comunidad en la población La Victoria, el pasado 27 de agosto. La agrupación se propuso compartir y reflexionar “sobre nuestras conexiones con la Tierra, la naturaleza y nosotros/as mismos/as, dándole un resignificado a la palabra ecología.”

Verónica Aravena, integrante del colectivo, señaló que “la Tierra nos está hablando de diferentes maneras, la naturaleza nos ha hablado mucho este año, sobre todo a los chilenos. De alguna manera nos está remeciendo y nos está moviendo a mirarnos, a mirar que estamos haciendo con ella. Y yo creo que es un buen momento la semana de André para empezar a conversar.”

La conversación se inició después de la presentación del video “La carta del jefe indio al presidente de los EE.UU.” En círculo, y alrededor de un centro donde se fue construyendo un mandala con papeles de colores, los y las asistentes fueron pronunciando las emociones que les provocó el video.

Ante la pregunta cuáles eran “las dificultades que no nos dejan vivir ecológicamente en nosotros/as, en la población y el resto del mundo.” Las respuestas versaron desde el impulso de comprar y comprar, hasta haber cortado un árbol. En las reflexiones finales, los y las participantes, propusieron pequeñas cosas que se pueden ir haciendo para cambiar los hábitos a favor de una vida más armónica con el medio ambiente.

Además de un rito de celebración con los cuatro elementos, agua, aire, tierra y fuego, el colectivo rescató un mensaje escrito de los cuadernos del padre André Jarlán el 13 de abril de 1983: “Recibe vida y experiencia del universo entero.” Esta frase también había sido plasmada por el colectivo en un mural ecológico pintado en la Casa de la Cultura de La Victoria, espacio comunitario que lleva el nombre del padre, y lugar donde se llevó a cabo esta conmemoración.


Por Vanessa Naranjo Inostroza




jueves, 26 de agosto de 2010

“Si yo estoy en el Instituto, los derechos de las mujeres no van a ser invisibles”


Lorena Fries fue la invitada al Segundo Coloquio del año que realizó el Grupo de Mujeres de la Plaza Ñuñoa, el 24 de agosto pasado en la Casa de la Memoria. En la oportunidad, las asistentes, la felicitaron por su reciente elección como Directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, además de hacerle consultas por el rol del instituto y los derechos de las mujeres, entre otros temas vinculados.

Lorena partió la conversación destacando que “es una buena noticia tener un Instituto Nacional de Derechos Humanos porque anuncia una institución que va a ser parte de la arquitectura del Estado Chileno.” También contó que será una institución autónoma, y en este sentido, los/las consejeros/as están afirmando la autonomía del instituto frente a los poderes del Estado en este periodo de instalación. Asimismo, explicó que en la protección y promoción de los DD.HH, el instituto tiene el rol de colaborar con dichos poderes para que se cumplan, y si este diálogo fallara, el instituto tiene la autonomía de decir públicamente que se están incumpliendo. La herramienta que otorga la ley para hacer efectivo este rol serán los informes anuales.

El sello particular que le dará al instituto, y una de las razones por la cual estima fue elegida, será la integración de los DD.HH, es decir, ampliará el concepto, porque en Chile comúnmente se tiene “la noción que todavía está fuertemente ligada a las violaciones durante la Dictadura”, dijo Lorena; quien agregó “que eso no quiere decir deslegitimar, ni invisibilizar, sino que necesitamos integrar pasado, presente y futuro en materia de derechos humanos.”

“Si yo estoy en el instituto, los derechos de las mujeres no van a ser invisibles, y si lo es, por favor ustedes me van a tener que decir –mira se te está pasando la mano para ser integral-”, señaló Lorena a las mujeres en la Casa de la Memoria.

Por Vanessa Naranjo Inostroza


miércoles, 18 de agosto de 2010

Invierno azul marino


Azul casi negro, o con tiznes de negro, han sido los tonos de este invierno habitado en la oscuridad de sus noches por el magma profundo del inconsciente terrícola, y quizás, también habitado por el polvo cósmico de estrellas desaparecidas.

El frío congeló mi piel, y entré, literalmente, en hibernación. Sin embargo, en la inmovilización de las articulaciones, y de las decisiones para moverlas, fraguó un despertar (después de movedizas vigilias, conexiones y tormentas espirituales y sexuales) que además de confirmarme que definitivamente el invierno no me gusta hoy por hoy, me pone en un nuevo lugar desde donde mirar el futuro, el presente y el pasado.

En este lugar hay más paz interior, hay perdón, fe, esperanza y convicción.

Wetripantu vino con fuerza. La sanación se asomó con máscaras que asustan, pero que disipan los males; los invocan para despedirlos. Sobreviví al entrenamiento de la Tierra y sus misterios. Aprendí que tengo poder y que no puedo mal usarlo. También comprendo, en este momento, que la fuerza desplegada en Chile por el terremoto en febrero de este año, no fue en vano, también fue parte de un entrenamiento para continuar con los propósitos de la vida.






domingo, 15 de agosto de 2010

Gloria Salazar conversó sobre aborto en La Morada

“El deseo de maternidad es el deseo de ser madre, lo cual se puede lograr no sólo a través del embarazo, se puede lograr con una adopción, por ejemplo”, explicó Gloria Salazar, ante la pregunta de Adriana Gómez de RMSLAC y de la Articulación Feminista, sobre la diferencia entre el deseo de embarazo y el deseo de maternidad, en el contexto del conversatorio de interrupción voluntaria del embarazo, organizado por el Foro de Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos y la Mesa SAAF, el pasado 12 de agosto en La Morada.

Gloria Salazar, psicóloga e investigadora fue invitada a este diálogo para compartir los aprendizajes y experiencias de más de 20 años de estudio en el campo de la práctica del aborto. Su primera investigación la realizó en Venezuela en el marco de su tesis de grado, donde a través de historias de vida de mujeres que habían abortado de manera voluntaria, investigó los factores psicosociales relacionados con el aborto voluntario.

En los ’90 cuando llega a Chile, continuó utilizando metodología cualitativa “que significa que de alguna manera una se mete también, en la verdadera historia de las mujeres que han vivido aborto”, indicó la investigadora. Si bien hay algunos cambios en materia de Derechos Sexuales y Reproductivos, el tema del aborto es uno de los más atrasados “porque uno puede escuchar a la gente que menciona la palabra aborto en la televisión y es contada con los dedos de una mano”, señaló Gloria; quién además enfatizó que el aborto terapéutico estaba permitido en Chile desde 1930, y que teóricamente debiera ser más fácil recuperar esta situación prohibida en 1989.

Entre las asistentes que intervinieron estuvo María Isabel Matamala, feminista del Observatorio de Género y Salud, quien entre otras cosas expresó que “seguimos subordinadas al saber médico. Por qué digo esto, porque el aborto terapéutico, en último término, no es una decisión de las mujeres, son los facultativos o facultativas que van a decidir si yo tengo derecho a abortar.”

Por otro lado, Rosario Puga de La Morada, dijo, en relación a los desafíos para instalar en el debate público otros imaginarios sobre el aborto, que se debe considerar que “los medios trabajan fundamentalmente con sentidos comunes y eso es algo que al movimiento feminista nos ha costado mucho entender a la hora de enfrentar los medios.” A este respecto recalcó que la imagen de las mujeres casadas con hijos que abortan, desconstruye imaginarios.

Al finalizar la actividad, las y los asistentes compartieron un navegado y sopaipillas con la invitada.


Por Vanessa Naranjo Inostroza


jueves, 5 de agosto de 2010

La trata de personas, otra forma más de violencia contra las mujeres


La trata de personas que consiste en “la captación, transporte, traslado, acogida de personas ya sea dentro o fuera de las fronteras de un país, recurriendo a la amenaza y al uso de la fuerza u otras formas de coacción para obtener el consentimiento de la persona y la autoridad sobre ésta con fines de explotación”, afecta mayoritariamente a mujeres y niñas que son utilizadas como mercancía para la explotación principalmente sexual. Más del 94% de la trata que ocurre en el mundo corresponde a mujeres, cifra que evidencia una forma más de violencia de género.

Chile no es un país ajeno a esta realidad, según Sonia Lahoz de Punto Focal Chile de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), nuestro país ya no sólo es tránsito sino que también “nos estamos dando cuenta que Chile es un país de destino” para el tráfico de personas destacó Sonia. Lugares como Arica, Iquique, Puerto Montt y Punta Arenas están siendo actualmente lugares de trata.

La legislación nacional contempla en el código penal un artículo sobre trata, pero sólo considera la trata internacional y con fines de comercio sexual, excluyendo los distintos tipos de trata como la laboral. Tampoco hay estadísticas o investigación social que dé cuenta del problema a nivel de lo que está ocurriendo dentro del país.

Según Denisse Araya, directora de la ONG Raíces la trata “no es un problema emergente”, esta ONG lleva 11 años investigando y denunciando esta compleja y grave violación a los derechos humanos de personas inmigrantes que en la búsqueda de mejores condiciones de vida, y en situaciones de vulnerabilidad, sufren maltrato físico, sicológico y de aislamiento cuando son captadas por los tratantes quienes desarrollan y movilizan estas redes delictivas. Muchos medios de comunicación encubren estas prácticas de abuso, actuando como cómplices de estas redes, “es cosa de abrir la tercera y ver los avisos económicos”, puntualizó Denisse.

La trata puede realizarse con el consentimiento de la persona o, bajo engaños y artilugios que suelen ilusionar a las víctimas con promesas de un trabajo digno y posibilidades de estudios. En el caso de las mujeres cuando entran a estas redes se ven atrapadas “porque la relación siempre va a continuar porque el tratante sigue profitando, y la mujer no puede soltarse de la situación en la que está”, explicó Denisse.

La región Mercosur cuenta con marcos jurídicos como el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños, Chile lo ratificó, sin embargo no se ha logrado una tipificación que aborde el delito específico de la trata con toda su gama de complejidades.

El Programa Mercosur Social y Solidario (PMSS), ejecutado por ECO Educación y Comunicaciones junto con SEDEJ (Servicio para el Desarrollo de los Jóvenes) ha focalizado sus esfuerzos en realizar un trabajo desde la Sociedad Civil con perspectiva de género en el abordaje de la trata de personas. Para ello están en alianza con SOL (Solidaridad y Organización local). En este marco se llevó a cabo un Taller de Capacitación que tuvo por nombre “Fortaleciendo capacidades para la prevención de la trata de personas en la región MERCOSUR”, entre el 28 y 29 de julio, con la finalidad de iniciar un proceso que involucre a las organizaciones de la sociedad civil en la visibilización, sensibilización y denuncia de la trata de personas.

Ana María Órdenes de SOL expresó que “la trata es una de las formas más crueles de violencia contra las mujeres, porque es la esclavitud sexual.”

Por Vanessa Naranjo Inostroza