viernes, 19 de marzo de 2010

Opinión de información aparecida en la prensa de hoy


En lugar de entregar información para prevenir los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual (ETS), o llamar la atención de las instituciones encargadas de hacerlo, esta noticia hace las veces de una profecía auto cumplida. Con el título “La otra réplica del terremoto: se viene el baby boom”, Las Últimas Noticias dio pie a esta nota anunciada en la portada del diario cuya foto y titular acapararon la atención esta mañana de los y las transeúntes de la capital. La nota y su titular refuerzan una realidad que puede ser distinta al presagio de su ocurrencia.


Si los medios informativos tradicionales invirtieran su accionar de explotar lo extraordinario bajo tratamientos periodísticos sensacionalistas que privilegian una visión de la realidad como espectáculo; y lo pusieran en el polo de la entrega de información útil y transformadora, podrían realmente hacerle honores a su legendaria denominación de “Cuarto Poder”. Pero lamentablemente su accionar es deficitario, arbitrario y deja mucho que desear a la hora de involucrarse como agentes comprometidos con los cambios que nuestra sociedad necesita.


Y en un tema tan relevante como lo es la sexualidad y la reproducción humana, el mensaje de esta noticia carece de una perspectiva de género crítica que visibilice que tras este presunto aumento de la natalidad, hay un costo material, afectivo y social que lo pagan las mujeres, por ser ellas quienes se encargan principalmente de la crianza y todo lo que concierne a esta tarea. Tarea que en una situación de catástrofe como la que existe en el sur del país, vuelve aún más vulnerable a las mujeres y a sus hijos/as por la precariedad de las condiciones que generó el terremoto y tsunami del pasado 27 de febrero.


Si bien se incluye una referencia al género de la antropóloga Sonia Montecino, una de las citas que se escogieron devela una esencialización de la sexualidad humana cuando dice que “la carencia tiende a ser llenada (metafóricamente ‘se llena al vientre de las mujeres’) con algo tan potente como la vida de un ser humano”. La carencia no siempre es carencia, para empezar, si profundizamos podríamos decir que es construcción psíquica, etc. Por otro lado, si aceptamos la idea de carencia que nos propone Montecino, no necesariamente se llena con la vida de otro ser humano en nuestros vientres. Nuestras pulsiones tienen muchas formas de satisfacerse, además de las que implican el encuentro carnal con el otro, que por lo cierto, de ser así, el derecho al placer debería ser el principio de las relaciones sexuales, y la reproducción, una opción.



Por Vanessa Naranjo Inostroza