sábado, 9 de junio de 2012

El arte de estar juntos


Estoy llenándome de ganas de quererte, ganas de besarte y abrazarte como a nadie.  Estoy llenándome de mis deseos de estar contigo.  Y estoy vaciándome de nuestros nudos en mi garganta y de mi espanto al recordar nuestros abruptos desencuentros dolientes.

Estoy llenándome de las hojas de este otoño para dejarlas ir y esperar los brotes nuevos.

Estoy empezando un tiempo nuevo donde hay espacio para un tú y yo.  Un espacio libre de violencias, temores y dudas, un espacio tuyo y mío, de los dos.

Estoy empezando a ser paciente con el amor que me enloquece y apura la máquina, mi máquina.  Discúlpame por traerte hasta mí y no tener las herramientas para extirpar el mal que nos aborda o abordó; estoy construyéndolas en este arte solitario de quererte.  No quiero apresurarme y construir unas, en lugar de las tuyas propias.  Creo en la igualdad, yo haré mi parte, la estoy haciendo, pero mi parte creo sólo tiene sentido si se encuentra con la tuya, en algún punto.  Tengo fe en que se encontraran, nuestra pequeña gran historia contiene los testimonios de esos encuentros, sino no hubiera sido posible quererte.  Y no creo como escuché hoy en clase que haya sido “una desorganización temporal del deseo” el sentimiento que me nació.

El amor no es una ideología, el amor sí es responsabilidad, cultura; y tú y yo estamos constituidos por ella, como quiera que haya sido para cada uno, para ti un hombre chileno a quién admiro por muchas cosas, una de ellas por su militancia vital, para mí, mujer chilena champurria en recuperación de su cultura materna.

 
Vanessa

07 de junio de 2012