Entre cuatro paredes nos
preguntamos: ¿Quiénes somos? Buscamos, recorremos las calles, miramos nuestro
entorno y encontramos rostros pálidos que deambulan por su camino de cemento
frío, contagiándonos su desesperación por alcanzar la tan deseada
felicidad. ¿Felicidad que se ve en las
pantallas de un televisor? ¿Es esa la
dicha que anhelamos? ¿Queremos que
dirijan nuestras vidas con su aparataje que estrangula nuestros vientres? ¡NO!
Yo no lo quiero. Mi felicidad
está en la lucha por recuperar la identidad que me arrebataron cuando aún la
madre Tierra no paría mi cuerpo de mujer.
Poseer identidad no es vestirse con los colores de la bandera, ni comer
empanada para el 18. Es poseer una
historia que tiene sus inicios en el corazón de la Tierra; es aprender la
sabiduría de mi gente que se nutrió de los senos fértiles de la Tierra. Sí, digo mi gente porque son mi madre y mis
abuelos; es gente que duerme en la Tierra que me da la vida.
Hoy dejo de buscar en las calles
contaminadas con lluvia ácida y empiezo a fortalecer mis raíces en la Tierra
para levantar con mi gente la fuerza de la Tierra.
Azul Igaimán
En: PUNTA DE LANZA. Publicación del Grupo de Apoyo a la Nación
Mapuche. Nº 1. Octubre 1992, Valdivia. Pág. 3