lunes, 11 de enero de 2010

Una nutrida reflexión se desarrolló en el seminario Patriarcado y Poder, Rompiendo Imaginarios

Diversas organizaciones sociales y personas estuvieron presentes en el seminario “Patriarcado y Poder. Rompiendo Imaginarios”, que se llevó a cabo el 8 de enero en Santiago en el contexto de la campaña “Vivir sin machismo es libertad, dignidad y justicia”, desarrollada por el Comité de Servicio Chileno (CoSeCh). El objetivo del seminario fue propiciar la reflexión conjunta y el intercambio de experiencias a partir de las “vivencias que cada uno y una vive; es el método de trabajo que hemos ido implementando y aprendiendo en esta búsqueda para ir rompiendo las relaciones de poder que, de alguna manera, es la base de las violencias y desigualdades”, expresó Patricia González, Directora del CoSeCh, en la apertura del seminario.

Josefina Hurtado del Colectivo Con-spirando, en su ponencia “El trabajo grupal como espejo para el crecimiento personal” explicó la propuesta del Modelo de Transformación Cultural que fue elaborando Con-spirando a lo largo de los años y, a través de las experiencias y reflexiones de “la propia práctica” compartidas y sistematizadas en el trabajo del Colectivo. La búsqueda espiritual y la “deconstrucción de los imaginarios, especialmente lo que tiene que ver con los mitos que construyen identidad es tremendamente revolucionario y de una gran incidencia política, lo complejo es que son procesos largos; son procesos”, afirmó la expositora, quien además señaló que “uno no puede estar fuera de lo político, porque la construcción de la realidad es política”.


Cristián Sipión del Colectivo Magenta (Masculinidad, Autoconocimiento, Género, Teoría y Acción) de Perú, se refirió a la experiencia de trabajo en el programa “Hombres que renuncian a su violencia”. Esta experiencia fue abordada en mayor profundidad, en el taller de la tarde donde concluyó que “la violencia es una decisión”. En el trabajo de la mañana desarrolló algunas cuestiones teóricas entre la construcción de la masculinidad hegemónica y su relación con la violencia. “Si bien hay una gran cantidad de hombres que no comparten la visión hegemónica, directa o indirectamente, también ganan, ya que se benefician de los dividendos del patriarcado, en lo que se refiere por ejemplo al honor, el prestigio y el derecho a dar órdenes”, señaló Cristián, quien dijo que el “machismo no es un atributo personal, sino una forma de relacionarse, por lo tanto podemos encontrar hogares regidos por las reglas del machismo en los cuales no hay uno solo hombre; el machismo no necesita de hombres y mujeres como tales, lo único que requiere es una relación de poder basada en la desigualdad”.


Victoria Aldunate de Memoria Feminista/Feministas Autónomas, hizo hincapié en la diferencia entre el género y el feminismo, explicitando el lugar desde donde hablaba e intervenía la realidad: el Feminismo Autónomo y Comunitario Latinoamericano. “La violencia no es la excepción, es la norma del patriarcado; y pensamos que es necesario la denuncia feminista desde todas las categorías y conceptos que el feminismo ha elaborado en su larguísima historia”, afirmó Victoria quien citó a Julieta Paredes para definir el feminismo: “es la lucha de cualquier mujer en cualquier lugar del mundo que se resiste contra las opresiones del poder patriarcal”.


Héctor Toro de CoSeCh, compartió las interrogantes e inquietudes que surgieron de las experiencias, vivencias y reflexiones del equipo de CoSeCh. En su exposición titulada “Visibilizar las trampas que no dejan avanzar en la construcción de nuevas relaciones entre hombres y mujeres”, dejó ver que hay más cuestionamientos a los modelos hegemónicos masculino y femenino, que pistas claras para construir relaciones igualitarias entre mujeres y hombres. “Esto nos llevó lógicamente a entender cuáles eran las dificultades que no nos permitían ni siquiera imaginarnos posibles soluciones, posibles construcciones. Y nos encontramos con algunas trampas en que nos movemos y que dificultan estas posibles construcciones”, expresó Héctor. Una de las trampas que encontraron fue la dicotomía entre los espacios donde las mujeres participaban en lo público y su regreso a los espacios domésticos donde estaban los hombres, lugar donde las relaciones de dominio seguían presentes.


El patriarcado y sus imaginarios siguieron desconstruyéndose en los talleres de la tarde, donde cada ponencista tuvo la oportunidad de profundizar los temas que presentó durante la mañana. Para finalizar, el seminario concluyó con una plenaria donde se cerró el trabajo de los grupos. “Hay cosas que nos desafían a un trabajo de cuestionamiento prácticamente permanente, porque como bien se decía, aquéllos avances que muchas veces sentimos que estamos en otra, pero nos descubrimos si somos honestas y honestos, repitiendo esos modelos patriarcales”, puntualizó Patricia González.


Por Vanessa Naranjo Inostroza