lunes, 21 de marzo de 2022

Comunicación con Elisa Loncon

Querida Elisa, me cuesta empezar esta comunicación contigo porque han pasado los años, quizás no me recuerdes.  En 1995 me ayudaste a acercarme a mi cultura ancestral de alguna manera negada en mi familia materna, contactándome con la señora Elvira y Rogelio Nahuel de la comunidad de Bolleco, Galvarino.  Y antes habíamos compartido en Niebla en el contexto de los 500 años y el trabajo del Consejo de Todas las Tierras.  Y es ahí, cuando en una caminata por la playa nos enseñaste a mí y a otras mujeres más una frase que nunca he olvidado y que me ha acompañado como un tesoro muy profundo que llevo en alguna parte de mi alma y que a veces viene y quiere expresarse por alguna vía.  Discúlpame si me doy tantas vueltas para llegar al punto, me gustaría nuevamente, digo nuevamente porque ya lo hiciste una vez en aquélla oportunidad, que me ayudaras con la escritura de esta frase tan linda y empoderadora como lo es Piuken Tükunien Tüfachi Kudaw Pewma Nien kume Amuleay.  La traducción para mí es algo confusa, siempre la he traducido como: "El trabajo que he realizado con el corazón si lo he soñado se realizará", no sé si es tan precisa. Quizás ahí me puedas ayudar.    

Elisa, ha sido muy emocionante volver a comunicarme contigo. Espero que estés muy bien,
y si existiera la posibilidad de vernos otra vez, yo estoy abierta a un reencuentro,

cariños,

Vanessa,

Que Gusto!!!!!.

Acá yo en ahora en la USACH, mañana estoy aquí, en la noche voy a Tco, a una conferencia...  Estoy organizando el Primer Congreso de las Lenguas Indígena, llego el 21 y me voy de vacaciones ese mismo día, eso sí, bien al sur, a conocer tierra del Fuego y regresamos el 10 de febrero.

Te pongo estos datos porque ya vez estaré muy movida, pero  ya en marzo me puedes ubicar en el trabajo, frente al terminal de buses Tur Bus, Metro USACH, Dpto. Educación Of. 17,   Tengo una niña de 14 años, y un marido llamado Christian, por cierto no es mapuche y ya no es mi rollo.

Ayer anduve en Traiguen y me vi con Paty Nawel, pregunté por la Sra. Elvira y familia, todos bien. 

La frasecita Piuken Tükunien Tüfachi Kudaw Pewmangen  küme Amuleay
Tengo este trabajo en el corazón, si se sueña que va bien, así será.
 

Lo que pasa que en la cultura nuestra, el sueño va ante de los hechos.

Un gran abrazo 

Te adjunto convocatoria al congreso

Elisa 

18 de enero del 2010          

En La Maestranza

Que la maestranza es un territorio de fronteras que colinda con el atardecer de los días soñados. 

Tru trutru tu tututru este canto de pájaro alegra mi espíritu en primavera y verano, y me hace sentir que el territorio es uno sólo entre el verde valdiviano y el sol caliente de Santiago.  Lo escucho en noviembre y diciembre por las tardes y mañanas estivales.  Me pregunto qué pájaro será.    

07 de enero del 2010  

No nacimos para ser madres

Las mujeres nacimos para ser felices y libres.  Dentro de este esquema la maternidad debería ser una opción y no una obligación que se nos impone como modelo para nuestro desarrollo personal. 

Muchas de nosotras, hermanas, hijas, madres y abuelas, nos vemos en la obligación de aceptar la maternidad porque la alternativa del aborto es condenada en esta sociedad e, internalizado como un crimen que es fuertemente castigado, no solamente en lo penal, sino que de una manera más sutil en lo moral.  Produciendo con esto la imposibilidad de detener un embarazo no deseado y obligando a las mujeres a llevarlo adelante sin importar los costos que tiene para ellas en sus vidas un acontecimiento que puede remediarse.  

Diciembre del 2009

Una bruja morena como yo cuando vieja

La bruja de Hansel y Gretel del libro de cuentos que yo tenía cuando niña, era una mujer morena de unos 70 años, arrugada y con expresión de maldad en su rostro.  Me acordé porque hoy la señora casi enana que subió al Transantiago se parecía a ella.  Pensándolo bien muchas mujeres en Latinoamérica somos morenas, con rasgos indígenas o negroides cuya imagen de vieja, en este cuento y en muchos otros, se nos representa feas, malévolas y despiadadas. 

18 de diciembre del 2009

Poema

Palabras apretadas, como un tejido de pontro[1],  se filtran con fuerza por mis labios erectos del placer de amplificarlas hasta alcanzar mi voz.  Hasta recuperarla del fondo del silencio necesario para cultivar la resiliencia del alma. 

Palabras apretadas y separadas por estrechos vacíos entre ellas.

Los conectores están ausentes y, sólo las une su semántica divergente.

Palabras sin artículos definidos ni determinantes abren las puertas de mi inconsciente primigenio. 

El tiempo es uno. 

17 noviembre de 2009



[1] Frasada en Mapuzugun.