lunes, 20 de junio de 2011

Querida Antonia,

estamos entrando a Wetripantu, en Santiago se dejan sentir las grandes lluvias de limpieza de la Tierra, las que preparan el ambiente para la Nueva Salida del Sol. Han llegado junto con las lluvias de mi corazón que limpian mis ojos para esperar este año nuevo.

Tengo muchas cosas que decirte y que contarte, y otras por descubrir para ti y para mí, y por supuesto para tu mamá si las quiere oír, y la Mirtha, la Amelia, la Fabi, la Goty, la Gladys, la Rosy.

Algo nos pasó, a nuestro Kvpalme en algún momento de su historia, intuyo que hay una relación en el cambio de la n por la g de nuestro apellido Igaiman, algo se transformó que nos afectó de muchas maneras. A veces siento (es la tendencia en realidad) que fue un cambio violento con el que comenzó la negación de nuestra cultura materna y ancestral, con el que se empezó a evidenciar el abandono de nuestros valores sagrados y el olvido de nuestros conocimientos, con el que empezó el silencio a los/as pichikeche como mi abuela Amelia (tu bisabuela) que siendo mapuche neta, de madre y padre hablante de mapuzugun, la escuché decir “mi raza”, creo no más de cuatro veces y nunca decir “soy mapuche”.

Violento porque la cristianización desvinculó a las mujeres de nuestra familia de sus cuerpos y sexualidad, las madres dejaron de enseñarles a sus hijas a conocer sus cuerpos y adueñarse de ellos en razón de sus instintos, libertad, ciclos vitales, gozo y autoconciencia.

Mi madre lleva la marca del silencio, la cultura patriarcal occidental la inoculó con él e hizo de él su estrategia de sobrevivencia, aprendió a “no provocar” a los hombres y a uno en especial a mi padre, tu abuelo Nene. Opinar distinto o hacer algo que a él no le parecía era una provocación que podía costarle caro. La Mirtha, tu abuela, me enseñó a temerle a mi papá, si yo no era “obediente”, me portaba “mal” o no me comía la comida me decía que le diría a mi papá. Estábamos en los años más duros de la Dictadura Militar, tenía exactamente la edad que tú tienes ahora. En los primeros años de vida con ellos dos, por supuesto viví cosas maravillosas, de mi cama me pasaba a la de ellos, jugábamos los tres, éramos felices. Pero también había episodios en que el dolor de mi corazón era tan desgarrante que se volvía contra ellos, una vez deseé que se murieran cuando me echaron a llorar a la pieza oscura, después también era fuerte el impacto pero parece que lo sobrellevé algo mejor, ahora veo que había comenzado la naturalización de la violencia hacia aquella niña que era yo.

Tu madre, mi hermana, cuando llegó a esta familia evidentemente comenzó el mismo proceso de habituación a la violencia, así como también la recibíamos de otros medios, pero creo que en nuestro caso la vivida dentro de la familia ha sido la más marcadora hasta el día de hoy. Con mis ojos de adulta y algo de trabajo en la lucha por la erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas, con estupor y mucha pena empecé a ver a la Carola tragarse su dolor y seguir adelante, como si nada, tragarse sus lágrimas, reservarse el llanto no sé para cuando, muy parecido a mi mamá, aunque mi mamá llora un poquito más libre parece ahora, pero igual se lo reprime. Pero lo más triste que observo que le pasa a mi hermana es que esa pena la ha transformado en dureza, y la descarga hacia ti con retos, malos tratos, chantajes para que te comas la comida por ejemplo. No es justo. No es justo que te castiguen por hacer cosas de niñas, porque se te cayó algo y lo quebraste, porque te mueves, porque te ensucias o juegas con agua o porque comes con la mano.

No eres violenta Antonita como se lo escuché decir a la Fabi en su ignorancia, has sido violentada como todas nosotras. Eso tiene que terminar, ni tu papá, ni tu mamá tienen derecho a enseñarte normas o “reglas” con imposiciones y castigos. Te subieron a un pedestal para aplaudirte y te dejan caer cuando se les acaba la paciencia, ¡que injusto! y que mal habla de ellos y de su “educación profesional.” La nana que tienes, trabaja con dureza y de malas ganas, lo disimula bien o mi hermana no lo ve, ella quisiera pasar más tiempo con su hija, pero no puede tiene que trabajar. Es la guardiana y ejecutora de las “reglas” de la casa, las tácitas y las explícitas, las tácitas son las más dañinas, hacen que la energía se obstruya, de repente hay buena onda y de repente algo se estanca, es lo que he experimentado cuando he estado allá por supuesto. Sé lo qué pasa, pero eso no es suficiente para poder ayudarte como quisiera a ti y a tu madre, créeme que estoy buscando formas hace mucho rato, craneando, creando, y soñando que lo que ya has internalizado y naturalizado de violencia salga de ti, y por supuesto de tu madre; y en cuanto a tu padre… necesita un balde de agua fría para despertar o este aire limpio que viene después de las lluvias. Todas y todos necesitamos de este aire limpio y fluir para sanar nuestros dolores y conectarnos con la energía renovadora de este año que comienza.

Quieres ver a tu padre sonreír, su angustia, y enojos, te atrapan, y tus humores se descentran porque te traspasa estas emociones. Querida Antonia, esta carta te la estoy escribiendo como una forma de salir de mi silencio y contribuir a que tengamos una vida armoniosa, alegre y enraizada en la pureza de nuestros corazones, en el de tus padres, y los míos, en el de mi hermana Fabi, tus abuelos paternos, mis abuelas y mi abuelo Lucho, en la pureza de los corazones de tus tatara abuelos Antonio y Maso, y de tu tataratatara abuela materna Juana y de mi bisabuela Tatita, la abuela de mi padre de quien llevo el apellido Naranjo.


Kume Wetripantu,
y feliz día de los padres.



Azul Igaiman Quilaleo



lunes, 13 de junio de 2011

“Misoginia y machismo recalcitrante” se observó en la Campaña 2010 de Prevención en VIH/SIDA


“Misoginia y machismo recalcitrante”, fue una de las opiniones del grupo de discusión con Fundación Colectivo Fondo Alquimia que realizó Fundación Savia en el marco del Observatorio de Políticas Públicas en VIH/SIDA y Derechos Humanos, específicamente para evaluar la “Campaña de Comunicación Social de Prevención del VIH/SIDA 2010”.

El informe completo de esta evaluación se dio a conocer el pasado 7 de junio en el Archivo de la Biblioteca Nacional. En la presentación participó un panel de expertos/as quienes comentaron la publicación refiriéndose a la campaña de prevención del VIH/SIDA 2010 difundida exclusivamente por Internet a través del sitio www.quientienesida.cl.

Las piezas comunicacionales consistieron en 12 videos o spots de dos minutos de duración aproximadamente donde “en la mayoría de los mensajes, las mujeres son presentadas como las principales responsables de la transmisión del virus”, señala Alquimia. El colectivo también devela los roles naturalizados asignados a las mujeres como el papel de “acosadoras permanentes de los hombres y transgresoras de la estabilidad familiar, seres incapaces de ser responsables ante sí mismas y ante los otros.”

José Miguel Labrin, periodista y académico del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) de la Universidad de Chile, enfatizó el tratamiento publicitario transversal de la campaña de prevención de VIH/SIDA que señala el informe. “En mi opinión, la campaña adoleció de todos aquellos aspectos que debe contener una campaña de bien público, digo que esto no es casualidad ni irrelevante, tiene tres nombres: es un error, un despilfarro de recursos y ante todo una ausencia de compromiso ético del Estado para con sus ciudadanos.”

El académico se refirió a la lógica de producción de los spots uno de cuyos elementos fue el pago de un millón y medio de pesos por parte de una determinada agencia de publicidad a las escuelas universitarias de audiovisual para realizarlos. Una de las instituciones subcontratadas fue la Escuela de Cine y Televisión del ICEI de la Universidad de Chile. La realización de los spots consistió en la aplicación de guiones prediseñados verticalmente consentidos por el Ministerio de Salud.

Paulina Acevedo, periodista y comunicadora en derechos humanos, valoró la metodología de evaluación que aplicó Fundación Savia porque “nos permite una mirada muy completa a lo que fue una campaña bastante pobre, equívoca, con un lenguaje arcaico y además como lo dicen muchas de las personas que fueron encuestadas, con mensajes muy contradictorios.”

Fernando Lara, comunicador social con 23 años de trayectoria en campañas de comunicación social de prevención en VIH/SIDA en Chile desde la sociedad civil, afirmó que las campañas son insuficientes si el país no tiene un programa de educación de la sexualidad en el sistema educacional “deuda gigante de los gobiernos de la Concertación.”

El experto relató el éxito de la experiencia educacional en sexualidad y prevención de VIH/SIDA con 60 establecimientos del medio escolar en cuatro regiones del país donde participaron profesores/as, apoderados/as y alumnos/as en la realización de talleres, diarios murales, juegos, entre otros. Sin embargo cuando llegó el momento de exponer públicamente los resultados de estos talleres un primero de diciembre, el comunicador se dirigió con sus conclusiones al ministro de salud de la época, Ricardo Lagos Escobar. “Afuera había una señora que me dijo ‘no vamos a meter a Lagos a las patas de los caballos porque así no va a llegar a ser nunca presidente’, y me bloqueó la entrada, y no se pudo hacer lo que durante cuatro años se probó que se podía hacer”, contó.

En el contexto de este gobierno Fernando planteó que “esta campaña es una estupidez, y yo me pregunto qué vamos a hacer si estamos viviendo en un gobierno donde no vamos a tener campañas, ya lo dijo el ministro de salud; yo creo que hay algo que se puede hacer, hoy día nosotros podemos hacer campañas”, se refirió a las redes sociales.

María Elena Ahumada, una de las autoras del informe, puntualizó algunas consideraciones en las que se basa el Observatorio de Políticas Públicas en VIH/SIDA. Una de ellas es la que señala la Asamblea de Naciones Unidas sobre SIDA “ellos dicen que los Estados implementan las políticas públicas, hacen investigaciones, cumplen los compromisos y las metas que se han planteado como comunidad de naciones; pero el logro de las metas pasa por un compromiso de los distintos sectores de la sociedad, donde la sociedad civil juega un rol fundamental, tanto en la propuesta de contenidos, tanto en su fiscalización.”

Fundación Savia, La Fuerza de la Vida se puede visitar en www.fundacionsavia.cl.



Por Vanessa Naranjo Inostroza