Hace ya un tiempo soñé con la
Fiura, no se había muerto o algo pasaba que volvió a la vida. La veía transitar como de costumbre entre la
cocina y el comedor, pero esta vez me detenía a observarla con un ánimo
distinto, tiene que haber sido que mi consciente se convenció que estaba viva,
de hecho la veía pasar por entremedio de las patas metálicas negras de las
sillas del comedor, fue muy real ver su cuerpo, su pelaje medio apelmazado que
se separaba por su aceite natural, o sea, el sueño pareció igual que la vida
con la Fiura, pero en algo distinto, no sé si fue algo así como experimentar
una segunda oportunidad de estar con ella en vida, o, vivir yo con ella en otra
vida. Estaba igual de flacuchenta que
siempre, con su tos que le salía del estómago para eliminar sus vómitos, la
escuchaba y pensaba que seguía teniendo la misma resistencia, que era la misma
Fiura de siempre y que sus achaques no la perturbaban más allá de lo habitual y
que por lo tanto, no estaba en peligro de muerte.
Se siente el vacío en la casa,
fueron 13 años viviendo con ella, era una integrante importante, tenía su lugar
destacado, siempre se hizo notar con su carácter, su autonomía, su insistencia
en conseguir lo que quería y el hacerse la inocente cuando se implicaba en
actos reprensibles, o la tonta, como decía mi mamá. Se fue la Fiurita, la echo de menos, lloré su
muerte, mi corazón se puso blando, a diferencia de los otros gatitos que se han
ido, con la fiura lloré y sentí como me dolía el corazón. Alcancé a despedirla, llegué a la casa cuando
todavía estaba tibia, suave y blanda, la tomé, la abracé y la besé, todavía
siento su calor y su piel. La dejé en el
sillón para que nos acompañara como siempre, y nosotras a ella, como cualquier
día. La arrebocé mientras pasábamos la tarde antes de enterrarla en nuestro
patio junto al Larry, nuestro cachorro que había muerto recientemente también
de una enfermedad urinaria que no tuvo remedio.
Se fueron dos de nuestra familia, dos personitas muy amadas por
nosotras, nuestros animales queridos, que en paz descansan y nos acompañan.