sábado, 19 de diciembre de 2009

Casa Abierta en Con-spirando: Compartiendo Sabidurías

El sábado 12 de diciembre en Malaquías Concha 043, Con-spirando abrió las puertas de su casa a la comunidad Santiaguina. Entre quiche, música y talleres las conspiradoras y, las y los visitantes a esta “Casa abierta” se deleitaron compartiendo sabores, melodías, danzas y colores.

En su doble objetivo la Casa Abierta es un espacio que se abre a la comunidad, a las organizaciones de mujeres y a la gente en general para que las personas que no nos conocen, vengan a conocer y, para las que nos conocen puedan participar y compartir” y, el segundo objetivo “es también con eso promocionar las actividades de Con-spirando, y también la revista y los libros”, explicó Ute Seibert.


Dentro de las actividades que se realizaron, hubo una pequeña muestra de lo que son los talleres que llevan por nombre “Nuestro Cuerpo-Nuestro Territorio”, en los cuales se puede “reciclar” energías tanto individual como colectivamente. Para Seibert la “metáfora de territorio es como muy bonito porque durante mucho tiempo las mujeres hemos sido como un territorio ocupado por el patriarcado, como que este cuerpo nos ha sido muy expropiado. Y eso de volver a habitar nuestro cuerpo, conocerlo, explorarlo, con sus distintos paisajes, sus distintas profundidades, con sus límites, eso a nosotras nos gustó mucho.”


Para Claudia Zuñiga, haber participado en el taller por primera vez fue una experiencia liberadora: “uno habitualmente no está acostumbrada con los demás a relacionarse de esa forma, a través del cuerpo. Cuesta mucho salirse de la empaquetadura que uno tiene con sus roles, para moverse, para expresar con libertad”.


El aprendizaje de prácticas ecológicas en la ciudad también estuvo presente con Rolene Walker, norteamericana, quien viene caminando desde California hasta Latinoamérica en su peregrinación por la Tierra. En la charla-taller enseñó cómo hacer un jardín en la pared con materiales que pueden reutilizarse como las botellas plásticas. “Necesitamos crear nuevas éticas contra el biocidio y el geocidio, es decir, dañar la tierra a tal punto que no puede sobrevivir nada, que ha hecho mi país y no ha hecho Chile”, enfatizó Walker.


Miriam Pancetti condujo el taller de Biodanza quien facilitó entre los y las asistentes la creación de movimientos corporales que permitieron el encuentro y la cercanía. Al finalizar, la música en vivo -en el patio de la Casa Abierta- se unió a la suave brisa de las tardes primaverales de Santiago.


Por Vanessa Naranjo Inostroza

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