¿Querré que me echen de todos
lados donde he buscado donde estar para avanzar en la vida?, en esta vida
social, política y estudiantil en la que
he intentado sentirme cómoda, pero la verdad en la que siento que no lo logro,
y que, hay veces como ahora, en la que siento que no estoy en mi tribu, por
mucho que me haya esforzado por ser de algunas tribus, pero, creo que
definitivamente no, no estoy en casa, son otras familias, otros vecinos/as,
otras hierbas, y como dice el dicho javanés “otros campos, otros saltamontes”.
Si bien hubo, hay malestar, no ha
sido tan quemante; qué bueno, eso significa que estoy cambiando, que mis deseos
de transformación personal han dado resultado, qué siento un fruto maduro
dentro de mi pecho, y que mi mente está encontrando paz, que si bien siento
violencias en estos espacios y el miedo en consecuencia, hay algo que me mueve
hacia adelante sin pesar, y me va mostrando el camino y un paisaje mucho más
vasto y posible que el paisaje momentáneo de impresiones de espacios a los que
no pertenezco. Igualdad y diferencia,
fue muy fácil aprender el significado de esta díada, su concepto y su práctica
-igualdad en la diferencia- hace más de una década atrás en mis primeros
aprendizajes del feminismo, con Debbie Guerra como antropóloga, feminista y
compañera del Colectivo En-surando. Llevo
estos aprendizajes, ya en mi ADN, seguramente apropiados, reinterpretados y
sintetizados de acuerdo a mis inclinaciones, posicionamientos, visiones,
traumas y patrones. Los llevo….
13 de marzo de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario