miércoles, 23 de marzo de 2022

Pesadillas

Anoche, en realidad, esta madrugada desperté de una pesadilla.  Soñé con mi prima Pili.  Por alguna razón le hablaba de un hijo mapuche.  Ella estaba en un lugar con pasto y árboles, y de repente se empieza a desplazar por entre los árboles, cuando sorpresivamente desapareció.  Fue impactante para mí porque me generaba un tremendo vacío angustiante, me dio terror que se desapareciera en esta supuesta realidad, como cual personaje de películas de ciencia ficción. En ese momento desperté. 

Hoy también desperté de una pesadilla a las 2:45 aproximadamente de la noche.  Soñé que estaba durmiendo en mi pieza de abajo de la casa en la Antupillán cuando comencé a escuchar que el vecino Bascuñan le pegaba a la vecina Miriam con una violencia descomunal.  Mientras dormía dentro de este sueño mi intención era despertar para llamar a mi papá y detener al vecino. Justo aquí desperté, demorándome unos segundos en darme cuenta que estaba en mi pieza de La Maestranza, y que soñar durmiendo en mi otra pieza había sido un sueño.  Esta pesadilla también me descolocó por la brutalidad de la violencia que escuchaba al lado y sin poder hacer nada. 

Estas dos pesadillas justo coinciden con haber interrumpido la dosis de risperidona.  Hoy volví con una cuarta de pastilla para tomarla día por medio y hacer más gradual el proceso de dejarla. 

25 de abril del 2010

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