miércoles, 16 de marzo de 2022

Basta de estar en el medio

Fue costoso, pero lo hice.  Me libré de la intermediación entre mi papá y mi mamá por el tema de la plata.  Antes de que empezara “Los años soñados” en el cine Tobalaba, tomé mi celular para apagarlo y veo en la pantalla una llamada perdida de mi papá.  Lo llamé de vuelta y me contestó con su voz media de pito que pone como que no quiebra un huevo.  Como ya lo conozco, su voz me habla de algo que no está muy bien dentro de él.  Pero, luego me dice que llamó a la Fabi y no la encontró.  Yo de vuelta le digo que la Fabi sale a las cuatro.  Después de estos intercambios verbales se despide como desentendiéndose de la situación.  Entonces le pregunto cómo está él, y me dice que bien, que me está hablando de la casa de mi abuelita.  Antes se refiere a la posibilidad de juntarnos para que me entregue la plata que aporta todos los meses a la economía del hogar.  Entonces yo le digo que no quiero recibir más la plata.  Su reacción fue bastante razonable y madura.  Me dijo que se la depositaría en la cuenta a mi mamá.  Cero rollos.  Pero como fue una decisión media difícil de tomar por mí, porque no quería causar problemas, y menos a él.  ¿Qué cosas no?  En la situación que nos vemos los hijos/as.  Cuesta crecer, porque nuestros padres tampoco han crecido. 

Hace mucho tiempo que deberían haberse separado las cosas y mi papá haberse entendido directamente con mi mamá por el dinero.  Lo mejor de todo es que ahora me siento liviana, sin un peso. Dejé de jugar a la mediadora.  Ya no quiero escuchar comentarios a mi consciencia de ninguno de los dos.  Ahora tengo que ir asumiendo otras responsabilidades, responsabilidades que tienen que ver con mis elecciones. 

29 de mayo del 2008

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