A raíz de los preparativos para el almuerzo de hoy en compañía de Maya y Rosa Yañez, me acordé del “come y calla” que más de alguna vez me dijo mi mamá cuando le preguntaba por algún merenjunje que me daba de comer.
“Come y calla”, un dicho que tiene su grado de creatividad y comicidad, también encierra un dogma impositivo y autoritario relativo a la comida y cómo debe ser consumida ésta en ciertas ocasiones, sino en todas. “Come y calla” es un atentado a las libertades individuales y al propio cuerpo, porque comer sin saber lo que estás comiendo por mandato de otros/as, en este caso de la madre, es una violación al derecho humano de saber y un abuso de poder.
26 de mayo de 2010
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