...servirnos para saber qué hacer en determinados momentos. Por ejemplo, saber cómo actuar en ciertos casos, o saber qué pensar o decir y, hasta qué sentir. El problema está cuando hacemos uso de la cultura de manera repetitiva y automática, casi sin pensar.
Creo que debemos usar la cultura con grados de libertad para poder conducir nuestros actos hacia donde queramos y hacia donde queramos sentirnos bien. La cultura nos sorprende con sus intervenciones mágicas, pueden ser dichos o palabras que encajan perfectamente con alguna situación de la realidad. Nos da ángulos y ribetes nuevos de cómo podemos tomar las cosas.
Octubre del 2008
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