Estábamos las dos solas con mi sobrinita, al parecer me la habían
dejado encargada. Por alguna razón
teníamos que ir a buscar a
Había un auto blanco como el de mi mamá, posiblemente era el de mi
mamá. Nos subíamos con
Finalmente, el auto partió, obviamente a mi sobrina de casi tres años el auto se le iba fuera de control, así que tomé el volante y manejé desde mi lugar de copiloto por un camino de tierra y de noche sin luna y sin estrellas, tenía prácticamente que imaginarme el camino, no veía nada, apenas algo semi oscuro entre la oscuridad. Fue intenso, pero logré conducir, llegamos a destino, a un lugar con sol y playa, estacionábamos el auto para ir a buscar a la Carola.
10 de septiembre del 2010
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