Esta mañana desperté de un largo sueño aletargado. Me siento como la mariposa de Kafka, libre y con otra forma. El sueño del amor romántico se ha terminado por hoy.
Puedo reconocer que estoy más desahogada, claro que una espinilla en la pera me ha ayudado, también, y un par de cervezas.
Ay mi Coke, cuánta verdad había en mis miedos e intuiciones.
Ándate a la Porquería.
10 de septiembre del 2003
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