Llega el Coke de Santiago

La dura que se cumple un ciclo, fue largo si miro para atrás.  Hoy al escribir el guión para la entrega de diplomas del Diplomado, me di cuenta que es un ciclo vital que se cumple en mi vida, y en la vida del Coke también. 

Mañana llega en el Pullman Bus.  No es broma que llega, se siente el paso o el latir de la vida.  Vaya que hay tiempo.  En mis dedos cuento un año y medio de relación.  Claro que en tiempo real juntos será la mitad.  Él en Santiago o yo acá o viceversa.  Hoy le dije que sentía que nunca iba a llegar este momento.  El regreso. 

Se cumple un ciclo le dije.  Fue un tiempo fuerte y hermoso para mí.  El trabajo ocupó gran parte de mi atención, junto con el acontecer en lo profundo de mi ser. 

He sido, eso es lo más importante que me ha ocurrido.  He llorado, he gozado, he temido, he soñado, he contemplado, he conversado y he amado. 

He extrañado el calor y la presencia del Coke.  Claro, que de una manera extraña.  Con mucho miedo, confusión, miedo a que su ser me dañe.  También me he envalentonado y lo he amado libre de temores.  Sentí espejismos, los vi, y sentí realidades, pensé en muchos casos.  Tomé decisiones.  He sentido la transformación; he calmado mi desesperación.  La esperanza aparece con más frecuencia.  El amor crece con un nuevo rostro. 

Tengo mucho sueño, estoy cansada. El estrés pasa la cuenta, mañana es un día importante.  Como cada nuevo día. 

3 de septiembre del 2003