sábado, 12 de marzo de 2022

La amistad

Ahora solo basta con que un retorcijón de estómago me complique la existencia futura.  Por eso estoy tomando mi agua de hierba, para sanarme el centro vital del cuerpo.  

Cómo podré solucionar tantas soluciones que me provocan desconcierto y desconsuelo.  Hay muchas cosas que están escapándose de mí, por ejemplo: ahora pensando me doy cuenta que el Coke crea una realidad X en base a algunos datos sueltos de mi vida, como por ejemplo, lo que le conté a él sobre lo que la Moira dijo sobre él.  Que era… no, que yo lo pasaría bien porque a él le gusta mucho el sexo.  Míster tomó las cosas de una manera curiosa.  No entiende nada de lo que intento decirle. 

Otro día.  Día de sol, vuelvo a una de mis familias, Juan, Moira, Tati y Raulí.  Tiempo circular rodea este instante.  Juan pone música, trae el mate y nos contemplamos como grandes hermanos que se confían.  La amistad es como esa frase que dice: “El amor es como una hermosa flor que hay que buscarla en un horrible precipicio”.  

Raulí y la Moira van a salir como siempre los domingos en la tarde.  Y el Juan hace tiempo que no está un domingo aquí, en la casa. 

Sigue la música, ahora me voy a mi lectura del libro que empecé y no terminé de leer: El Corazón a Contraluz. 

Es bueno entregarse cuando se siente hacerlo. 

22 de mayo del 2003

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